Por ello, en la elección de cada integrante del equipo, debe considerarse su forma de hacer las cosas en particular y su capacidad para establecer relaciones interpersonales. Para ello, las cualidades del trabajador que debería tener en consideración el emprendedor a la hora de contratarle son:
Cualidades del trabajador que forma parte de un equipo
- Ser diligente
- Asumir responsabilidades
- Ser colaborador
- Estar comprometido con los objetivos del proyecto
- Ser respetuoso y asertivo
- Ser leal y honesto
• Ser diligente. Debe ser un ejemplo de dedicación y estar siempre dispuesto a asumir nuevas tareas; en definitiva, una persona que no intenta quitarse de en medio para que el trabajo recaiga en otro compañero.
• Asumir responsabilidades. Debe saber cuáles son sus obligaciones y aceptarlas. Además, responde por las consecuencias de sus actos y da la cara. Cuando algo no funciona, acepta su parte de culpa.
• Ser colaborador. Debe estar siempre dispuesto a ayudar al resto de los miembros de la empresa. Está atento a las necesidades de los demás y apoya en caso de dificultad.
• Estar comprometido con los objetivos del proyecto. Su participación no se debe quedar en una simple prestación laboral (que también). Además, tiene que asumir como propios los fines y los resultados.
• Ser respetuoso y asertivo. Sabe defender sus puntos de vista con firmeza, pero sin menospreciar otras opiniones y mantiene un buen ambiente de trabajo, especialmente en los momentos de tensión o dificultad y ante los fallos ajenos.
• Ser leal y honesto. Debe ser coherente entre lo que dice y lo que hace y debe anteponer los intereses de la empresa a los suyos personales. Además, cumple con la palabra dada.
Cualidades del trabajador que forma parte de un equipo
- Ser diligente
- Asumir responsabilidades
- Ser colaborador
- Estar comprometido con los objetivos del proyecto
- Ser respetuoso y asertivo
- Ser leal y honesto
• Ser diligente. Debe ser un ejemplo de dedicación y estar siempre dispuesto a asumir nuevas tareas; en definitiva, una persona que no intenta quitarse de en medio para que el trabajo recaiga en otro compañero.
• Asumir responsabilidades. Debe saber cuáles son sus obligaciones y aceptarlas. Además, responde por las consecuencias de sus actos y da la cara. Cuando algo no funciona, acepta su parte de culpa.
• Ser colaborador. Debe estar siempre dispuesto a ayudar al resto de los miembros de la empresa. Está atento a las necesidades de los demás y apoya en caso de dificultad.
• Estar comprometido con los objetivos del proyecto. Su participación no se debe quedar en una simple prestación laboral (que también). Además, tiene que asumir como propios los fines y los resultados.
• Ser respetuoso y asertivo. Sabe defender sus puntos de vista con firmeza, pero sin menospreciar otras opiniones y mantiene un buen ambiente de trabajo, especialmente en los momentos de tensión o dificultad y ante los fallos ajenos.
• Ser leal y honesto. Debe ser coherente entre lo que dice y lo que hace y debe anteponer los intereses de la empresa a los suyos personales. Además, cumple con la palabra dada.
Principios básicos para trabajar en equipo con efectividad
En un momento u otro, todos a lo largo de nuestra vida hemos tenido que trabajar en equipo. En todos los ámbitos de la vida y también dentro de una organización empresarial, es necesario recordar ocho principios importantes que hay que tener en cuenta para trabajar correctamente en equipo:
1. Perseguir objetivos en común que son aceptados por todo el equipo. Si hemos dicho que el objetivo o la meta común es el factor diferenciador de un grupo de personas frente a un equipo, nunca hay que olvidar que al trabajar en equipo las personas involucradas deben estar persiguiendo un objetivo; esta es la motivación principal que impulsa a que cada persona explote al máximo sus capacidades.
2. Conocer con claridad las responsabilidades y el trabajo asignado. Ese trabajo y esas responsabilidades se atribuyen por la persona que lo dirige o coordina o se asumen de forma individual cuando hay una madurez de los individuos o del propio equipo.
3. Aprender a escuchar: será muy probable que las personas del equipo no están de acuerdo con alguna de las ideas. Hay que aprender a escuchar y valorar los distintos puntos de vista, para que al final se tome la decisión que más favorezca al equipo, aunque eso implique desarrollar una idea que no sea la nuestra.
4. Compartir información: si tenemos en cuenta que la información es poder, todos los miembros del equipo tienen que aportar lo que conocen, saben o sientes de la manera más clara posible.
5. Olvidar protagonismo: de nada sirve marcar un gol cuando nuestro equipo pierde 2-1. Hay que tener claro que cuando se trabaja en equipo no existe un protagonista, sino que el trabajo es de todas las personas. Nunca será el trabajo de una persona más importante que el de otra. Se trata de entender que los logros y los fracasos recaen sobre todos sus componentes.
6. Asumir los roles colaborativos y evitar los negativos: la forma que tiene cada componente del equipo de actuar determina el rol (papel) que desempeña en el equipo. Hay roles positivos que implican colaboración y compromiso y otros negativos que hay que tratar de evitar, como el retador o el finalizador agresivo.
7. Tener una comunicación asertiva: la comunicación siempre será una clave importante en cualquier actividad que se realice, ya que una buena comunicación ayuda a reducir errores y crea nuevas estrategias. Tener un flujo de información efectivo generará mayor confianza y apoyo entre los miembros del equipo y ayudará a cumplir con todos los objetivos.
8. Dejar a un lado los sentimientos: cada persona tiene un carácter diferente t no siempre encontraremos en nuestro equipo de trabajo la gente que nos agrada en otras facetas de la vida. Hay que ser capaz de dejar nuestros juicios y sentimientos a un lado para poder trabajar en equipo. El temperamento de las personas es muy difícil de cambiar, pero sí se puede cambiar la forma de relacionarse entre las personas y encontrar la forma de ponerse de acuerdo para lograr cumplir los objetivos del equipo.
Por todo lo visto, no hay duda de que una de las características más notables de una persona emprendedora es la capacidad de liderazgo.
En un momento u otro, todos a lo largo de nuestra vida hemos tenido que trabajar en equipo. En todos los ámbitos de la vida y también dentro de una organización empresarial, es necesario recordar ocho principios importantes que hay que tener en cuenta para trabajar correctamente en equipo:
1. Perseguir objetivos en común que son aceptados por todo el equipo. Si hemos dicho que el objetivo o la meta común es el factor diferenciador de un grupo de personas frente a un equipo, nunca hay que olvidar que al trabajar en equipo las personas involucradas deben estar persiguiendo un objetivo; esta es la motivación principal que impulsa a que cada persona explote al máximo sus capacidades.
2. Conocer con claridad las responsabilidades y el trabajo asignado. Ese trabajo y esas responsabilidades se atribuyen por la persona que lo dirige o coordina o se asumen de forma individual cuando hay una madurez de los individuos o del propio equipo.
3. Aprender a escuchar: será muy probable que las personas del equipo no están de acuerdo con alguna de las ideas. Hay que aprender a escuchar y valorar los distintos puntos de vista, para que al final se tome la decisión que más favorezca al equipo, aunque eso implique desarrollar una idea que no sea la nuestra.
4. Compartir información: si tenemos en cuenta que la información es poder, todos los miembros del equipo tienen que aportar lo que conocen, saben o sientes de la manera más clara posible.
5. Olvidar protagonismo: de nada sirve marcar un gol cuando nuestro equipo pierde 2-1. Hay que tener claro que cuando se trabaja en equipo no existe un protagonista, sino que el trabajo es de todas las personas. Nunca será el trabajo de una persona más importante que el de otra. Se trata de entender que los logros y los fracasos recaen sobre todos sus componentes.
6. Asumir los roles colaborativos y evitar los negativos: la forma que tiene cada componente del equipo de actuar determina el rol (papel) que desempeña en el equipo. Hay roles positivos que implican colaboración y compromiso y otros negativos que hay que tratar de evitar, como el retador o el finalizador agresivo.
7. Tener una comunicación asertiva: la comunicación siempre será una clave importante en cualquier actividad que se realice, ya que una buena comunicación ayuda a reducir errores y crea nuevas estrategias. Tener un flujo de información efectivo generará mayor confianza y apoyo entre los miembros del equipo y ayudará a cumplir con todos los objetivos.
8. Dejar a un lado los sentimientos: cada persona tiene un carácter diferente t no siempre encontraremos en nuestro equipo de trabajo la gente que nos agrada en otras facetas de la vida. Hay que ser capaz de dejar nuestros juicios y sentimientos a un lado para poder trabajar en equipo. El temperamento de las personas es muy difícil de cambiar, pero sí se puede cambiar la forma de relacionarse entre las personas y encontrar la forma de ponerse de acuerdo para lograr cumplir los objetivos del equipo.
Por todo lo visto, no hay duda de que una de las características más notables de una persona emprendedora es la capacidad de liderazgo.